domingo, 24 de octubre de 2010

Medjugorje, un Paraíso para los Católicos en la Tierra


       A pesar de que yo siempre me había inclinado por creer que todos los acontecimientos de Medjugorje eran ciertos, nunca sentí la necesidad de ir hasta allí y, probablemente, no hubiese ido nunca de no haber mediado “la invitación de la Gospa”.

      Antes de mi partida hacia Medjugorje habían llegado a mis oídos todo tipo de comentarios, tanto buenos (“Allí se siente la presencia de la Virgen…”, “Allí se encuentra uno con Dios…”, “La espiritualidad y la paz que hay allí es indescriptible…”, “Todo el que va allí vuelve cambiado…”), como malos (“Aquello es una secta…”, , “No está claro que aquello sea obra de Dios o del diablo…”, “Allí no quieren a los sacerdotes…”, “No es Iglesia ya que las apariciones no están aprobadas por el Vaticano…”).

      A la vista de todo ello decidí ir sin ningún prejuicio, ni para bien ni para mal. Pero eso sí, con el corazón abierto, dispuesto a recoger todo lo que fuese  surgiendo ante mí.

      Una vez allí me llamó la atención que, salvo las explicaciones de las guías sobre el desarrollo de las primeras apariciones y la aparición mensual a Mirjana en la Cruz Azul, todo lo relativo a las apariciones y los videntes queda relegado a un segundo plano. Aunque en Medjugorje todo tiene su origen y está indisolublemente unido a los hechos “sobrenaturales” que allí ocurren, éstos pasan prácticamente desapercibidos en el acontecer diario. En Medjugorje se respira por todas partes, y por encima de cualquier otra cosa, Iglesia Católica. En la aldea todo el protagonismo se lo llevan las celebraciones parroquiales (Rosario, confesiones, eucaristía y adoraciones), el rezo del Rosario en la subida al Pobrdo y el rezo del Vía Crucis en la subida al Krizevac.

      Me resultaron llamativas la devoción con que se vive la eucaristía, el afán con que se busca la confesión, la piedad con que se reza el Rosario y la emoción a flor de piel con que se adora a Jesús en el Santísimo Sacramento, todo ello en actos religiosos multitudinarios inmersos en silencios propios de una pequeña capilla monacal.

      En cada uno de los actos y en cada recinto de oración se pueden apreciar a personas de todas las razas, de multitud de países y diversidad de lenguas orando y adorando a un mismo y único Dios. Todas ellas formando un todo en el que se palpa la universalidad y catolicidad de la Iglesia en su máxima expresión.

      Oración, oración y más oración, complementada con adoración y meditación. Por mi experiencia allí podría decir que una estancia en Medjugorje es como unos ejercicios espirituales pero “a lo bestia” en los que se produce una renovación espiritual en la que el alma se llena de paz y se siente más cerca de Dios.

Manuel Arrebola

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sábado, 16 de octubre de 2010

Mercedes, un Regalo que María nos hizo en Medjugorje

En Medjugorje estuve alojado en la pensión Milena. Todos los compañeros de peregrinación que estuvieron alojados allí resultaron ser gente estupenda. Seguramente hubiese tenido la misma fortuna con los compañeros en cualquier pensión en la que me hubiese tocado en suerte alojarme.

Entre las personas que había alojadas en mi pensión había una pareja joven. Él; todo un hombretón alto y fuerte. Ella; una joven rubita, con el pelo cortito y bastante más pequeña que él. Eran Pedro y Mercedes. La verdad es que no tuve la ocasión de charlar mucho con ellos. La mayoría de las veces que coincidíamos por los pasillos tan sólo cruzábamos un saludo en el que ellos demostraban toda su amabilidad. Solamente en un almuerzo coincidimos en la misma mesa y pudimos intercambiar nuestras experiencias sobre el viaje. Pedro parecía un poco más reservado pero Mercedes desbordaba en todo momento simpatía y locuacidad. Por las miradas y los gestos de ambos no cabía la menor duda de que se amaban profundamente y que eran un matrimonio feliz.


Como todos sabéis el día de la subida al Monte de las apariciones se hicieron dos grupos. Yo subí en el grupo que iba con Filka. Entre que éramos muchos y que la subida es dura y bastante ocupación hay con ir mirando donde apoyas bien el pie, la verdad es que no me fijé mucho en quienes integraban el grupo.

Para los que no veníais en ese grupo os diré que al llegar a la Virgen Blanca que indica el lugar donde la Virgen María se apareció por primera vez, Filka pidió que presentáramos en voz alta nuestras peticiones particulares a la Gospa siendo ella la primera en hacerlo. Tras ella, quizás porque están más acostumbrados a hablar en público y les dé menos corte, lo hicieron todos los sacerdotes que venían con nosotros. Y ahí se produjo un alto. ¿Qué “peregrino de a pie” se atrevería a ser el primero en exponer en público sus súplicas a María?
 
A los pocos instantes, justa a mi lado, una voz femenina rompía el hielo. Su petición decía, más o menos, lo siguiente:

--“Madre, yo quiero pedirte, si lo consideras oportuno, que se me cure el cáncer que tengo y si no puede ser así que nos des fuerzas para sobrellevarlo a mi familia y a mí.”

Fue una súplica hecha con tanta entereza y naturalidad que, sin duda, penetró como un puñal en los corazones de todos los que allí estábamos. El silencio que se hizo a continuación fue estremecedor.

Yo, que durante toda la petición no quise apartar mi mirada de la imagen de la Virgen, transcurridos unos minutos me atreví a girarme para ver a la persona que había formulado tan impactante ruego. Era Mercedes.


Dios me hizo ver que María se había servido de Mercedes para obsequiarnos con uno de sus muchos regalos. A través de la sencillez, la alegría, la amabilidad, la fe, la fortaleza de espíritu y el abandono en Dios de Mercedes, María nos acababa de dar una lección magistral de cómo debemos afrontar las adversidades.

A los pocos días de volver a España una compañera de peregrinación me informó de que Mercedes iba a recibir fuertes sesiones de quimioterapia y pedía oraciones por ella. Posteriormente, desde la apertura de este blog, también han sido numerosos los peregrinos de Medjugorje que se han dirigido a mí solicitando oraciones por Mercedes. Quiero aprovechar el blog para hacerme portavoz de todos ellos y rogar a todos los que lean estas líneas oraciones por Mercedes, un regalo que nos hizo María en Medjugorje, para que Ella, su Madre Celestial, cuide y ayude a esta hermana nuestra y a toda su familia. Seguro que nuestras oraciones aliviarán el peso de la cruz de Mercedes.

Manuel Arrebola

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viernes, 15 de octubre de 2010

Medjugorje, una Escalada hacia el Amor

           Realmente necesitas ir a Medjugorje para "experimentarlo". No se puede contar la profundidad de lo que allí sientes, porque tanto AMOR y tanta PAZ te inundan... que no sabría por donde empezar. A veces, para sentir ese Amor necesitas escalar montes muy difíciles. Cuando llegas a la cima te sientes tan bien, tan querida, que ni te acuerdas del esfuerzo realizado. Notas a la Virgen muy cerca de ti, agarrándote para que no tropieces en esas grandes piedras. No tienes miedo de nada porque nada te impresiona con Ella.

         Medjugorje te enseña a orar. María te ayuda a llenar tu corazón de Dios. Como le he contado a tanta gente: "allí pasa algo"; porque vuelves enganchado de por vida y, por lo menos yo, contando los días que faltan para volver y necesitando entrar en el ordenador cada día para saborear ese regalazo de Dios que es Medjugorje.

         Gracias a los promotores de la peregrinación de Sevilla y a todos los peregrinos por hacerme sentir que somos la familia Medjugorje. Ahora la Gospa tiene 160 mensajeros más y no podemos fallarle.

Miryam Barón

jueves, 14 de octubre de 2010

La Invitación de la Gospa a acudir a Medjugorje

En el trayecto desde el aeropuerto de Dubrovnik hasta Medjugorje me tocó en suerte ir en el autobús número 3 y, por tanto, tuve como guía “nativa” a nuestra querida Filka. Fue deliciosa su “charla-testimonio-catequesis” a lo largo del camino haciendo que se nos pasaran rapidísimas las tres horas de viaje en autobús. Entre las muchas cosas preciosas que nos contó, una ya la había leído antes en un libro de Sor Emmanuelle Maillard y me resultó "especialmente familiar". Fue la siguiente: “Todas las personas que van a Medjugorje han ido invitadas, de una u otra forma, por la Virgen María”. En efecto, yo creo que es así y os voy a contar cómo fue en mi caso la invitación.

Yo conocí las apariciones de Medjugorje en el año 2005. Desde entonces me interesé por el tema y, de vez en cuando, buscaba información sobre el transcurrir de los acontecimientos. A lo largo de estos años transcurridos compré algunos libros al respecto e incluso me trasladé a Sevilla a escuchar el testimonio que la vidente Marija dio en la iglesia de El Salvador. A pesar de todo ello en ningún momento me planteé en serio ir a Medjugorje, por lo menos a corto plazo.

Este pasado verano me fui con mi familia a pasar unos días en la playa. Como lectura me llevé “El niño escondido de Medjugorje” de Sor Emmanuel. En la tarde del viernes 13 de agosto leí el capitulo 33 "Una invitación a la holgura". En este capítulo Sor Emmanuel trata el mensaje que la Virgen dio el 23 de agosto de 1983:

“Yo misma he invitado a cada uno de vosotros a este lugar, pues necesito de vosotros para transmitir mis mensajes al mundo entero.”

Cuenta la autora del libro en este capítulo algunos casos en los que a personas que tenían severos obstáculos para poder ir a Medjugorje, poco a poco, y de la manera más inesperada, les iban desapareciendo cada una de las dificultades que les impedían la peregrinación y veían expedito su camino hacia ese lugar.

Tras la lectura de ese capítulo me puse a “hablar” con María y le dije, más o menos, lo siguiente:

"Madre, si alguna vez quieres que vaya a Medjugorje cuenta con mi disponibilidad y dímelo de alguna manera, pero va a resultar muy complicado que pueda ir ya que no tengo ni idea de cómo puedo hacerlo, ni conozco a nadie que haya ido, ni que esté relacionado con Medjugorje."

Ahí quedó la cosa.

A la mañana siguiente, Sábado, 14 de agosto, después de desayunar nos disponemos toda la familia para ir a la playa y, siguiendo la rutina de esos días, me acerco al kiosko de prensa a comprar el “Marca”. Junto a éste veo el diario deportivo sevillano “Estadio Deportivo”. En unos instantes se me pasa por la cabeza la siguiente deducción (propia de un cordobés, cordobesista y socio del Córdoba C.F.):

-"Ayer jugó el Córdoba C.F. contra el Xerez C.D. en Sevilla. Seguramente en el “Marca” pondrán sólo el resultado y quizás en el "Estadio Deportivo", como jugaron en la ciudad deportiva del Sevilla y también Jerez está muy cerca de Sevilla, venga alguna crónica o algo más que el resultado".

Dicho y hecho. Compro "Estadio Deportivo" en vez del "Marca" habitual, un diario que nunca había comprado y seguramente no vuelva a comprar más. Abro el periódico y me encuentro de bruces con el anuncio de la peregrinación a Medjugorje de Viajes Halcón.

         De inmediato se me vino a la cabeza mi “oración” del día anterior y veía cómo todos los obstáculos que le había puesto a María para poder ir a Medjugorje desaparecían.

         A pesar de ello me resistía a pensar que aquello pudiese ser una llamada de la Virgen y enseguida me puse a buscar nuevos obstáculos para justificarme y no acudir a Medjugorje. Tras unas horas dándole vueltas a la cabeza se me ocurrió la solución. Había encontrado la “prueba del algodón” definitiva para saber si María quería verme por Medjugorje:

“¿Cómo voy a ir a Medjugorje, lugar de unas apariciones que no están aún aprobadas oficialmente por la Iglesia? Para ir debo tener la autorización de una autoridad eclesiástica”-- Pensé.

En mi parroquia tengo un amigo sacerdote que, en algunas ocasiones que había surgido como tema de conversación, había manifestado que no creía que la Virgen se aparezca en Medjugorje y que, más bien, se inclinaba a pensar en que todo es un montaje. Si le pedía su opinión y su visto bueno para ir y lo obtenía, cosa bastante improbable, sería otra prueba manifiesta de que María quería que fuese a visitarla a Medjugorje.

A la vuelta de las vacaciones me dirigí hacia la parroquia a exponerle el tema a mi amigo sacerdote y realizar la preceptiva consulta. Su contestación fue más o menos como sigue:

-“Como ya sabes, mientras que la Iglesia no apruebe esas apariciones yo no creeré en ellas, ahora bien, también es cierto que la Iglesia no ha prohibido que se acuda allí y por otra parte sí que creo en la Providencia Divina y si a ti te ha pasado eso y tu sientes que la Virgen te está llamando, adelante, por mi no hay problema.”

Se me terminaron las excusas y también las dudas. En mi interior sentía firmemente que la Virgen se había servido del “Estadio Deportivo” para invitarme a ir a Medjugorje. Yo me pregunto ¿quién soy yo para que María se haya dirigido a mi? Me parece presuntuoso decirlo y hasta pensarlo pero lo sentí así y me siento con la obligación de testimoniarlo.

PD.1: A unos amigos comunes que quisieron acompañarme a Medjugorje tras enterarse de que me iba, mi amigo sacerdote les aconsejó que no fuesen.

PD.2: Como anécdota decir que en el “Estadio Deportivo” no venía ni el resultado del partido del Córdoba C.F. y al final me tuve que comprar el “Marca” para enterarme del resultado.

Manuel Arrebola

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martes, 12 de octubre de 2010

La Génesis del Blog

El 28 de Septiembre de 2010 un grupo de peregrinos, cada uno con motivaciones  e inquietudes diferentes, partimos desde Sevilla hasta la localidad Bosnia de Medjugorje.

Allí pasamos cinco intensos días inmersos en una sucesión de oraciones, catequesis, testimonios y relaciones personales.

Durante nuestra estancia en Medjugorje, el 2 de octubre de 2010, la Virgen María, la Reina de la Paz, en el mensaje dado a la vidente Mirjana dijo entre otras cosas:

“...Hijos míos, sed mis apóstoles, ayudadme a mostrar el camino hacia mi Hijo...”.

Con la intención de responder a esa petición que nos hizo María ese día de ser sus “enviados” surge este blog. Un blog que pretende recoger las vivencias de todas aquellas personas a las que se nos concedió la gracia de poder realizar ese viaje, de acudir a un lugar bendecido por Dios a través de María y donde se derramaron sobre nosotros gracias inmerecidas que nunca se borrarán de nuestro corazón.

¿Qué mejor manera podemos tener de agradecer a María todos estos “regalos” que se concedieron en nuestro periplo por Medjugorje que respondiendo a su ruego y dar testimonio de todas nuestras vivencias a este mundo que se aparta de Dios?.

Os pido a todos vosotros, peregrinos que compartimos tantos momentos inolvidables en esa peregrinación a Medjugorje, vuestra colaboración en este blog aportando el testimonio de vuestras vivencias en esa bendita tierra. Entre todos, con nuestros testimonios contando cada gracia, cada obsequio, cada caricia, cada guiño recibidos, poco a poco, iremos completando un gran puzzle que permitirá ver en toda su extensión las maravillas que Dios realiza en cada peregrinación a Medjugorje. María seguro que os lo agradecerá y recompensará con creces.

Podéis enviar vuestras aportaciones y vivencias a  vivenciasenmedjugorje@gmail.com