sábado, 11 de diciembre de 2010

Gracias, María

Queridos amigos,

Me gustaría aprovechar este día tan especial en que celebramos la Inmaculada Concepción de María, para dar gracias públicamente a nuestra Madre. Le quiero dar gracias a María, ante todo, por haberme llevado de la mano a vislumbrar y aceptar la voluntad de Dios para mi vida, que no es otra sino que sea sacerdote. Le quiero agradecer el que tantas veces me haya guiado en la oscuridad, cuando más lejos estaba del Señor. Le quiero agradecer el que me haya levantado en mis peores momentos, cuando más hundido estaba en mi pecado y en mi debilidad. Y que me haya iluminado cuando más lo necesitaba, sobre todo en estos últimos años, en que el Señor me ha ido mostrando poco a poco qué grande es su amor por mí; cómo Él es el único que puede saciar mi acuciante sed de felicidad; y qué regalo tan inmenso e insuperable es Nuestra Madre María. Cuanto más amado me sentía, mayor era el deseo de corresponderle con todas mis fuerzas y, curiosamente, menos claro veía mi camino, al ir dándome cuenta de mi total pequeñez. Así que mirando mucho a mi Madre, me iba enamorando más y más de la mujer más bella que haya pisado la tierra, y comencé a musitar con Ella, cada vez con más frecuencia, en mis momentos de intimidad con el Señor, “he aquí el esclavo del Señor, hágase en mí según tu Palabra”.

Desde que María me llamó a Medjugorje, mi vida dio un auténtico vuelco. María, de la mano del Espíritu Santo, revolucionó mi existencia, al mostrarme el amor del Padre Dios, que trajo consigo la paz, la alegría y una forma totalmente nueva de vivir. Me regaló la certeza de que ese Dios desconocido del que tantas veces me habían hablado era todo Amor. Un Amor entregado, un Amor sin límites, un Amor humilde y ardiente, un Amor escondido, un Amor sufriente, un Amor hecho hombre, un Amor hecho pan, un Amor misericordioso. Y también me recordó la importancia del corazón, que no sólo sirve para bombear la sangre, sino sobre todo para llevarnos al Cielo, cuando lo ponemos con voluntad firme por entero a disposición del Señor y del prójimo.

Desde que el Amor me encontró, y me fue mostrando quién es, nació un fuego en mi corazón que fue haciéndose cada vez más vivo e incontenible, y lo único con lo que soñaba era con conservarlo para siempre, y compartirlo con todos los hombres del mundo. Mi súplica al Buen Dios se transformó al no saber cómo quería utilizarme para ello en su plan de salvación. En medio de esa búsqueda intensa, en la que lo mismo un día me imaginaba de misionero por el mundo como otro día me veía de monje entregado a la oración y a la penitencia, este mismo verano me volvió a llamar la Reina de la Paz a su pequeño y humilde hogar en Bosnia, Medjugorje. Allí me fui a visitarla todo un mes, con la certeza de que ese profundo anhelo de mi corazón iba a verse allí correspondido. Y como la Virgen no busca otra cosa que llevarnos a su Hijo, una vez allí, el Señor, que siempre es fiel a su promesa, y que en palabras Jesucristo nos dejó claro que “quien pide, recibe; el que busca, encuentra; y a quien llama, se le abre”, me hizo maravillosamente transparente su voluntad al invitarme a estar con Él, y seguirle como sacerdote. Un don tan grande, que todavía me cuesta creerlo. La simple idea de que el Señor un día pueda utilizar mis manos y mi voz para liberar a los hombres de la muerte que significa el pecado, para hacer presente al mismo Cristo de forma real en el pan y en el vino, para traer al Espíritu Santo para que sane, purifique, consuele y consagre, es una idea que me hace temblar cuando me paro a contemplarla.

Y desde aquí, queridos amigos, desde el seminario, con un gran gozo en el corazón, y con la confianza de que para Dios no hay nada imposible, os comparto esta alegría, rogándoos que me encomendéis en vuestras oraciones, para que pueda ser un instrumento sencillo y entregado, siempre fiel a esta llamada del Señor.

Os prometo también teneros presentes en mi oración, y os agradezco cada vez que hayáis rezado por mi, porque el poder de la oración es infinito. Y de la misma manera como comencé esta carta, le quiero dar una vez más gracias de todo corazón a María Inmaculada, Reina de la Paz, por haberme mimado y acogido en su regazo con tanta ternura, sin haber merecido yo ninguna de estas bendiciones. Que Ella, poderosa intercesora ante el Padre, nos consiga la gracia de abandonarnos siempre a la Voluntad de Dios al igual que Ella lo hizo, y de mantener una esperanza viva y fortalecedora en medio de todas las circunstancias, por duras que puedan ser.

Alabados sean Jesús y María.

Alberto Moreno



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jueves, 9 de diciembre de 2010

Se nos fue Mercedes

Éramos conscientes de su estado de salud, pero, aferrándonos a nuestra Fe, esperábamos. Y, como de costumbre, volvimos a errar.

Gracias a María, ha sido una bendición del Señor conocer a Mercedes.

El otro día volvimos a ver una película que compramos en una peregrinación a Medjugorje, sobre la vida y obra del Padre Slavko. Y uno de los momentos más vibrantes de la narración es cuando cuentan su muerte al pie de la Cruz del Kricevac después de rezar el Vía crucis con la parroquia, como cada viernes. Aquello produjo una consternación general en toda la zona y, en especial a los videntes, quienes mantenían con él una estrechísima relación personal. El Padre Slavko falleció a una edad muy temprana (54 años) y nadie se explicaba cómo había podido ocurrir aquello, cómo la Gospa había permitido que el gran motor de la expansión del espíritu de Medjugorje, el inventor de una gran parte de todos los eventos que allí se desarrollan, pudiera fallecer tan pronto.

Y eso, obviamente, no pudo pasar desapercibido para la Virgen María, y en el mensaje transmitido el día 25 de noviembre de 2000, día siguiente al fallecimiento del Padre Slavko, dijo: “Queridos hijos.! Hoy, cuando el cielo está de manera especial cerca de vosotros, os invito a la oración, para que a través de la oración pongáis a Dios en el primer lugar. Hijos, hoy estoy cerca de vosotros y bendigo a cada uno con mi bendición materna, para que tengáis fuerza y amor para todas las personas que encontréis en vuestra vida terrena y que podáis dar el amor de Dios. Me regocijo con vosotros y deseo deciros que vuestro hermano Slavko ha nacido al Cielo y que intercede por vosotros. Gracias por haber respondido a mi llamada.”

Y ahí se acabó el problema, se terminaron todas las dudas, se disiparon los temores. Siendo cristianos, no podemos desear nada mejor para alguien que queremos, que su Salvación. No existe nada mejor ni más anhelado que poder mirar a Dios a los ojos y ser protagonista de la gran mirada de Amor. Si a las personas que queremos disfrutamos con su compañía y a las que amamos de manera especial, disfrutamos mirándolas, ¡cómo tiene que ser esa mirada divina!.

Y a los que María nos ha premiado con la posibilidad de conocer a Mercedes, aunque sea al final de sus días, no dudamos que Mercedes ha nacido al Cielo y que intercede por nosotros, sobre todo por Pedro y por sus dos hijos, y por el resto de su familia, a quienes, de manera muy especial, tenemos presentes en nuestras oraciones.

                                                                  L.Miguel Onieva

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martes, 9 de noviembre de 2010

En Medjugorje Dios es el Centro de tu Vida

Me parece magnífico que en esta página (blog, creo que se dice), cada uno, a su tiempo, sin prisa, pueda contar sus experiencias sobre el acontecimiento tan extraordinario que para nuestra vida espiritual supone la peregrinación a Medjugorje.

Son muchos los tópicos que se dicen, pero el más acertado es que tienes que ir para poder entender qué es lo que allí ocurre, para poder comprender qué se siente en ese lugar. Nosotros podremos intentar transmitir nuestros sentimos, nuestra alegría, nuestro compromiso, nuestra inquietud de no poder saber responder al manguerazo de Gracia que recibes en Medjugorje.

Antes de ir a Medjugorje parece que cuando te dicen el nombre o tú intentas pronunciarlo, más que hablar es como si estuviera esputando (con perdón, pero es el nombre técnico). ¿Med …. qué? ¿Meyogu? Eso que es, tú estás loco. ¿Qué se aparece la Virgen? ¿La Gospa? Yo tengo bastante con mi Macarena, mi Virgen del Rocío, mi Virgen de Villaviciosa, que se me aparecen todos los días.

Pero cuando has sido tú el que has ido, y cuentas a la gente tu experiencia, al pronunciar el nombre de Medjugorje, se te llena la boca, y al rezar muchas veces a María, recuerdas la imagen de La Gospa, de la Virgen Blanca.

He tenido la suerte de peregrinar varias veces a Medjugorje, siempre con mi mujer, Teresa. Y mis tres hijas ya han estado allí (alguna ha repetido, ¿verdad Lola?). Y es que desde el primer momento parece que aquello estaba hecho para mí, que la Virgen se aparece por mí, como así es realmente, ya me entendéis, se aparece por mí y por todos, por cada uno de nosotros, porque a todos nos quiere por igual y para todos son sus mensajes.

Y cuando estás en esa tierra desaparecen tus preocupaciones, tus dudas, y sólo piensas en rezar. En Medjugorje Dios es el centro de tu vida y la Virgen María continuamente te lo recuerda.

He aprendido muchas cosas en Medjugorje y cada vez que vuelvo aprendo o descubro algo nuevo. Como ya me habéis oído decir, en el primer viaje me enamoré de la Virgen María. Antes de viajar allí, creía que amaba y veneraba a nuestra Madre. Gracias a Dios mi vida siempre ha estado guiada por María, pues le he rezado mucho. O al menos eso creía. Es como si hubiera tenido una venda sobre los ojos que me permitía ver algo, muy borroso, y de repente, por gracia de Dios esa venda, poco a poco se ha ido desliando. Y cada peregrinación deslía la venda una vuelta más. La famosa frase que nos trasmitió “si supierais cuanto os amo, lloraríais de gozo” no se te va de la cabeza cada vez que hablas con Ella.

En el segundo viaje “descubrí” la confesión, no es que no me confesara antes, no. El sacramento de la confesión lo había practicado con asiduidad, pero la confesión en la Parroquia de Santiago es algo especial; ni el confesor, ni el confesante, ni los que esperan para confesar tienen prisa, sobre todo porque estás deseando confesarte y mirarte hacia dentro y ver tus miserias, que son muchas. Esta última vez, me senté delante del cura y me puse a llorar. ¿Por qué? Pues no lo sé. Quizás porque te das cuenta de todo el lastre con el que vives, de toda la mentira que hay a tu alrededor y en ti mismo. Y allí eres feliz, frente a la tristeza de nuestro mundo; y no puedes sino darle gracias a Dios por lo que tienes y por haberte permitido descubrir Medjugorje, a través de la llamada de la Virgen.

Y asistimos a la aparición de Mirjana, dándote tiempo a pensar muchas cosas pues acudimos con tiempo para coger un buen sitio. Y comprendes cuán grande es el Señor, que ha permitido, permite y permitirá según su voluntad, que el Cielo se abra todos los días para que la Virgen María nos visite buscando nuestra salvación. Y la gente se pregunta que cómo es posible que la Virgen se aparezca durante casi treinta años a unos videntes incultos y en un lugar perdido de la mano de Dios. ¡Siempre poniendo límites al poder divino! ¡Qué tontería!

 Y subimos el Monte de las Apariciones (ese sí que es difícil pronunciar) y después de rezar el Rosario (¿no es verdad que ya no le da vergüenza a nadie rezar el Rosario? ¿a que no te sientes un tipo raro?) te encuentras con la imagen de la Virgen Blanca. Esa experiencia no se puede describir. Estoy deseando volver allí para ver de nuevo a la Virgen Blanca. ¡Qué paz, qué alivio y qué satisfacción!.

Sin olvidar la subida al Monte de la Cruz, tras uno de los Vía Crucis que mejor has rezado en tu vida, y el sentimiento que experimentas desde arriba.

Pero lo mejor de todo son los oficios diarios de la parroquia. A quien tú le cuentas que los oficios duran diariamente tres horas (al menos) y tú asistes sin pestañear, la gente no se lo cree, cuando aquí vamos buscando los domingos la Misa más corta. Y la Adoración. Muchas veces he pensado que los franciscanos tienen allí un cañón divino, traído por la Virgen en una de sus apariciones, y a través del ostensorio disparan cañonazos de gracia que vamos recibiendo todos los que adoramos. Es increíble.

Bueno, no quiero cansaros más, por ahora. Perdonad mi osadía.

Besos y abrazos a todos.

L. Miguel Onieva

P.D. Mercedes y Pedro, no nos olvidamos de vosotros. Seguimos rezando. Rezad vosotros también por todos nosotros.

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martes, 2 de noviembre de 2010

La Virgen Blanca

¡Venga Tu Reino!

Queridos Peregrinos de octubre 2010: si dijera sólo peregrinos de Sevilla, os excluiría a muchos de vosotros... y me niego…

Medjugorje ha producido en mi alma y en mi vida espiritual una fuente de Amor, una fuente que sacia sin saciar mi sed de Amor de Dios. De ella continúo bebiendo, hidratando todo mi ser. No quedará, no ha quedado en una bonita experiencia espiritual, y para ello cuento con las cinco piedras, oración, ayuno, lectura de la Biblia,  Eucaristía y Confesión frecuente.

En el fondo de mi alma sé además, que de esa experiencia La Virgen María….  quiere muchas cosas de mi., “apóstoles míos ayudadme a abrir los caminos que conducen a mi Hijo”. Un camino puede ser éste,  invitar a que muchos como nosotros vayan a Medjugorje y para quienes no puedan ir, dar testimonio del amor que hemos recibido. Yo he podido hacerlo en varios grupos de oración que hay en el colegio para el que trabajo, y si en algo he ayudado…., no ha sido mas que mi obligación porque lo importante no es hacer eso, dar testimonio publico de una experiencia sino el testimonio de que vean nuestras vidas transformadas, lograr contagiarles de nuestra alegría, alegría profunda fruto de una auténtica PAZ interior.


En Medjugorje he tenido la Gracia de tener "Regalos" para mi fe, de ésos que sólo se hablan con un Director Espiritual, el no publicarlo abiertamente, no es por un recelillo de intimidad, (bueno un poco sí….) es sobre todo un no saber cómo explicar, qué sentí, qué siento aún…. ( se que me perdonareis porque Medjugorje no se puede contar....)

Os confieso con mucha pena que nunca fui muy Mariana, es más, en muchas ocasiones le pedía a Ella esa gracia, y…!! cómo me la ha concedido en Medjugorje!!, puedo deciros que en este sentido he tenido un SAN PABLAZO MARIANO. Ahora cuando la veo en cualquier imagen o advocación, ya no la miro de manera abstracta o fría, sino sabiendo quién es,  y sobre todo sintiéndola mi Madre.

Desde Medjugorje invito a María a acompañarme en mi ratito diario de oración, le enciendo una velita y  no sabéis cómo me ayuda…, el rosario ya no es rezo sino oración, cuantas nuevas inspiraciones en la contemplación de los Misterios, cuantas nuevas luces recibo junto a Ella.

Mi imagen, no es la del rostro bello de Thiljaillina, sino la de la Virgen Blanca, ésa encontramos en el Monte y en la explanada de la Parroquia, esa imagen tan sencilla como ella, tan sin color de protagonismos, tan al alcance de todos como lo está ella . ¿No os parece tierna?, con ese  gesto solícito… una mano en su corazón y la otra extendida, extendida hacia mi y hacia ti , como si nos invitara a poner en ella nuestros miedos, nuestro pasado, fracasos, cruces y alegrías . Invitándonos a sujetarla fuertemente para conducirnos hacia su Hijo, ése único lugar donde REINA LA PAZ.

Con mucho cariño, os encomiendo en mis oraciones y os pido me encomendéis en las vuestras, un abrazo

Reyes González

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lunes, 1 de noviembre de 2010

Más Recuerdos de Medjugorje

Desde hoy podemos disfrutar de más recuerdos de nuestras vivencias en Medjugorje. Lola Onieva ha querido compartir con todos 31 fotografías de las que realizó durante nuestra peregrinación. Todas ellas nos traen a la memoria recuerdos entrañables de nuestra estancia en aquellas tierras.

Podéis verlas en nuestro Álbum de Fotos intercaladas por orden cronológico entre las que había ya con anterioridad para que así el visionado de todas las fotografías pueda ser una reproducción más fiel de la peregrinación.

Espero que el resto de peregrinos se sigan animando a dar testimonio y compartir con los demás, de una u otra manera, sus vivencias en Medjugorje.


domingo, 24 de octubre de 2010

Medjugorje, un Paraíso para los Católicos en la Tierra


       A pesar de que yo siempre me había inclinado por creer que todos los acontecimientos de Medjugorje eran ciertos, nunca sentí la necesidad de ir hasta allí y, probablemente, no hubiese ido nunca de no haber mediado “la invitación de la Gospa”.

      Antes de mi partida hacia Medjugorje habían llegado a mis oídos todo tipo de comentarios, tanto buenos (“Allí se siente la presencia de la Virgen…”, “Allí se encuentra uno con Dios…”, “La espiritualidad y la paz que hay allí es indescriptible…”, “Todo el que va allí vuelve cambiado…”), como malos (“Aquello es una secta…”, , “No está claro que aquello sea obra de Dios o del diablo…”, “Allí no quieren a los sacerdotes…”, “No es Iglesia ya que las apariciones no están aprobadas por el Vaticano…”).

      A la vista de todo ello decidí ir sin ningún prejuicio, ni para bien ni para mal. Pero eso sí, con el corazón abierto, dispuesto a recoger todo lo que fuese  surgiendo ante mí.

      Una vez allí me llamó la atención que, salvo las explicaciones de las guías sobre el desarrollo de las primeras apariciones y la aparición mensual a Mirjana en la Cruz Azul, todo lo relativo a las apariciones y los videntes queda relegado a un segundo plano. Aunque en Medjugorje todo tiene su origen y está indisolublemente unido a los hechos “sobrenaturales” que allí ocurren, éstos pasan prácticamente desapercibidos en el acontecer diario. En Medjugorje se respira por todas partes, y por encima de cualquier otra cosa, Iglesia Católica. En la aldea todo el protagonismo se lo llevan las celebraciones parroquiales (Rosario, confesiones, eucaristía y adoraciones), el rezo del Rosario en la subida al Pobrdo y el rezo del Vía Crucis en la subida al Krizevac.

      Me resultaron llamativas la devoción con que se vive la eucaristía, el afán con que se busca la confesión, la piedad con que se reza el Rosario y la emoción a flor de piel con que se adora a Jesús en el Santísimo Sacramento, todo ello en actos religiosos multitudinarios inmersos en silencios propios de una pequeña capilla monacal.

      En cada uno de los actos y en cada recinto de oración se pueden apreciar a personas de todas las razas, de multitud de países y diversidad de lenguas orando y adorando a un mismo y único Dios. Todas ellas formando un todo en el que se palpa la universalidad y catolicidad de la Iglesia en su máxima expresión.

      Oración, oración y más oración, complementada con adoración y meditación. Por mi experiencia allí podría decir que una estancia en Medjugorje es como unos ejercicios espirituales pero “a lo bestia” en los que se produce una renovación espiritual en la que el alma se llena de paz y se siente más cerca de Dios.

Manuel Arrebola

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sábado, 16 de octubre de 2010

Mercedes, un Regalo que María nos hizo en Medjugorje

En Medjugorje estuve alojado en la pensión Milena. Todos los compañeros de peregrinación que estuvieron alojados allí resultaron ser gente estupenda. Seguramente hubiese tenido la misma fortuna con los compañeros en cualquier pensión en la que me hubiese tocado en suerte alojarme.

Entre las personas que había alojadas en mi pensión había una pareja joven. Él; todo un hombretón alto y fuerte. Ella; una joven rubita, con el pelo cortito y bastante más pequeña que él. Eran Pedro y Mercedes. La verdad es que no tuve la ocasión de charlar mucho con ellos. La mayoría de las veces que coincidíamos por los pasillos tan sólo cruzábamos un saludo en el que ellos demostraban toda su amabilidad. Solamente en un almuerzo coincidimos en la misma mesa y pudimos intercambiar nuestras experiencias sobre el viaje. Pedro parecía un poco más reservado pero Mercedes desbordaba en todo momento simpatía y locuacidad. Por las miradas y los gestos de ambos no cabía la menor duda de que se amaban profundamente y que eran un matrimonio feliz.


Como todos sabéis el día de la subida al Monte de las apariciones se hicieron dos grupos. Yo subí en el grupo que iba con Filka. Entre que éramos muchos y que la subida es dura y bastante ocupación hay con ir mirando donde apoyas bien el pie, la verdad es que no me fijé mucho en quienes integraban el grupo.

Para los que no veníais en ese grupo os diré que al llegar a la Virgen Blanca que indica el lugar donde la Virgen María se apareció por primera vez, Filka pidió que presentáramos en voz alta nuestras peticiones particulares a la Gospa siendo ella la primera en hacerlo. Tras ella, quizás porque están más acostumbrados a hablar en público y les dé menos corte, lo hicieron todos los sacerdotes que venían con nosotros. Y ahí se produjo un alto. ¿Qué “peregrino de a pie” se atrevería a ser el primero en exponer en público sus súplicas a María?
 
A los pocos instantes, justa a mi lado, una voz femenina rompía el hielo. Su petición decía, más o menos, lo siguiente:

--“Madre, yo quiero pedirte, si lo consideras oportuno, que se me cure el cáncer que tengo y si no puede ser así que nos des fuerzas para sobrellevarlo a mi familia y a mí.”

Fue una súplica hecha con tanta entereza y naturalidad que, sin duda, penetró como un puñal en los corazones de todos los que allí estábamos. El silencio que se hizo a continuación fue estremecedor.

Yo, que durante toda la petición no quise apartar mi mirada de la imagen de la Virgen, transcurridos unos minutos me atreví a girarme para ver a la persona que había formulado tan impactante ruego. Era Mercedes.


Dios me hizo ver que María se había servido de Mercedes para obsequiarnos con uno de sus muchos regalos. A través de la sencillez, la alegría, la amabilidad, la fe, la fortaleza de espíritu y el abandono en Dios de Mercedes, María nos acababa de dar una lección magistral de cómo debemos afrontar las adversidades.

A los pocos días de volver a España una compañera de peregrinación me informó de que Mercedes iba a recibir fuertes sesiones de quimioterapia y pedía oraciones por ella. Posteriormente, desde la apertura de este blog, también han sido numerosos los peregrinos de Medjugorje que se han dirigido a mí solicitando oraciones por Mercedes. Quiero aprovechar el blog para hacerme portavoz de todos ellos y rogar a todos los que lean estas líneas oraciones por Mercedes, un regalo que nos hizo María en Medjugorje, para que Ella, su Madre Celestial, cuide y ayude a esta hermana nuestra y a toda su familia. Seguro que nuestras oraciones aliviarán el peso de la cruz de Mercedes.

Manuel Arrebola

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viernes, 15 de octubre de 2010

Medjugorje, una Escalada hacia el Amor

           Realmente necesitas ir a Medjugorje para "experimentarlo". No se puede contar la profundidad de lo que allí sientes, porque tanto AMOR y tanta PAZ te inundan... que no sabría por donde empezar. A veces, para sentir ese Amor necesitas escalar montes muy difíciles. Cuando llegas a la cima te sientes tan bien, tan querida, que ni te acuerdas del esfuerzo realizado. Notas a la Virgen muy cerca de ti, agarrándote para que no tropieces en esas grandes piedras. No tienes miedo de nada porque nada te impresiona con Ella.

         Medjugorje te enseña a orar. María te ayuda a llenar tu corazón de Dios. Como le he contado a tanta gente: "allí pasa algo"; porque vuelves enganchado de por vida y, por lo menos yo, contando los días que faltan para volver y necesitando entrar en el ordenador cada día para saborear ese regalazo de Dios que es Medjugorje.

         Gracias a los promotores de la peregrinación de Sevilla y a todos los peregrinos por hacerme sentir que somos la familia Medjugorje. Ahora la Gospa tiene 160 mensajeros más y no podemos fallarle.

Miryam Barón

jueves, 14 de octubre de 2010

La Invitación de la Gospa a acudir a Medjugorje

En el trayecto desde el aeropuerto de Dubrovnik hasta Medjugorje me tocó en suerte ir en el autobús número 3 y, por tanto, tuve como guía “nativa” a nuestra querida Filka. Fue deliciosa su “charla-testimonio-catequesis” a lo largo del camino haciendo que se nos pasaran rapidísimas las tres horas de viaje en autobús. Entre las muchas cosas preciosas que nos contó, una ya la había leído antes en un libro de Sor Emmanuelle Maillard y me resultó "especialmente familiar". Fue la siguiente: “Todas las personas que van a Medjugorje han ido invitadas, de una u otra forma, por la Virgen María”. En efecto, yo creo que es así y os voy a contar cómo fue en mi caso la invitación.

Yo conocí las apariciones de Medjugorje en el año 2005. Desde entonces me interesé por el tema y, de vez en cuando, buscaba información sobre el transcurrir de los acontecimientos. A lo largo de estos años transcurridos compré algunos libros al respecto e incluso me trasladé a Sevilla a escuchar el testimonio que la vidente Marija dio en la iglesia de El Salvador. A pesar de todo ello en ningún momento me planteé en serio ir a Medjugorje, por lo menos a corto plazo.

Este pasado verano me fui con mi familia a pasar unos días en la playa. Como lectura me llevé “El niño escondido de Medjugorje” de Sor Emmanuel. En la tarde del viernes 13 de agosto leí el capitulo 33 "Una invitación a la holgura". En este capítulo Sor Emmanuel trata el mensaje que la Virgen dio el 23 de agosto de 1983:

“Yo misma he invitado a cada uno de vosotros a este lugar, pues necesito de vosotros para transmitir mis mensajes al mundo entero.”

Cuenta la autora del libro en este capítulo algunos casos en los que a personas que tenían severos obstáculos para poder ir a Medjugorje, poco a poco, y de la manera más inesperada, les iban desapareciendo cada una de las dificultades que les impedían la peregrinación y veían expedito su camino hacia ese lugar.

Tras la lectura de ese capítulo me puse a “hablar” con María y le dije, más o menos, lo siguiente:

"Madre, si alguna vez quieres que vaya a Medjugorje cuenta con mi disponibilidad y dímelo de alguna manera, pero va a resultar muy complicado que pueda ir ya que no tengo ni idea de cómo puedo hacerlo, ni conozco a nadie que haya ido, ni que esté relacionado con Medjugorje."

Ahí quedó la cosa.

A la mañana siguiente, Sábado, 14 de agosto, después de desayunar nos disponemos toda la familia para ir a la playa y, siguiendo la rutina de esos días, me acerco al kiosko de prensa a comprar el “Marca”. Junto a éste veo el diario deportivo sevillano “Estadio Deportivo”. En unos instantes se me pasa por la cabeza la siguiente deducción (propia de un cordobés, cordobesista y socio del Córdoba C.F.):

-"Ayer jugó el Córdoba C.F. contra el Xerez C.D. en Sevilla. Seguramente en el “Marca” pondrán sólo el resultado y quizás en el "Estadio Deportivo", como jugaron en la ciudad deportiva del Sevilla y también Jerez está muy cerca de Sevilla, venga alguna crónica o algo más que el resultado".

Dicho y hecho. Compro "Estadio Deportivo" en vez del "Marca" habitual, un diario que nunca había comprado y seguramente no vuelva a comprar más. Abro el periódico y me encuentro de bruces con el anuncio de la peregrinación a Medjugorje de Viajes Halcón.

         De inmediato se me vino a la cabeza mi “oración” del día anterior y veía cómo todos los obstáculos que le había puesto a María para poder ir a Medjugorje desaparecían.

         A pesar de ello me resistía a pensar que aquello pudiese ser una llamada de la Virgen y enseguida me puse a buscar nuevos obstáculos para justificarme y no acudir a Medjugorje. Tras unas horas dándole vueltas a la cabeza se me ocurrió la solución. Había encontrado la “prueba del algodón” definitiva para saber si María quería verme por Medjugorje:

“¿Cómo voy a ir a Medjugorje, lugar de unas apariciones que no están aún aprobadas oficialmente por la Iglesia? Para ir debo tener la autorización de una autoridad eclesiástica”-- Pensé.

En mi parroquia tengo un amigo sacerdote que, en algunas ocasiones que había surgido como tema de conversación, había manifestado que no creía que la Virgen se aparezca en Medjugorje y que, más bien, se inclinaba a pensar en que todo es un montaje. Si le pedía su opinión y su visto bueno para ir y lo obtenía, cosa bastante improbable, sería otra prueba manifiesta de que María quería que fuese a visitarla a Medjugorje.

A la vuelta de las vacaciones me dirigí hacia la parroquia a exponerle el tema a mi amigo sacerdote y realizar la preceptiva consulta. Su contestación fue más o menos como sigue:

-“Como ya sabes, mientras que la Iglesia no apruebe esas apariciones yo no creeré en ellas, ahora bien, también es cierto que la Iglesia no ha prohibido que se acuda allí y por otra parte sí que creo en la Providencia Divina y si a ti te ha pasado eso y tu sientes que la Virgen te está llamando, adelante, por mi no hay problema.”

Se me terminaron las excusas y también las dudas. En mi interior sentía firmemente que la Virgen se había servido del “Estadio Deportivo” para invitarme a ir a Medjugorje. Yo me pregunto ¿quién soy yo para que María se haya dirigido a mi? Me parece presuntuoso decirlo y hasta pensarlo pero lo sentí así y me siento con la obligación de testimoniarlo.

PD.1: A unos amigos comunes que quisieron acompañarme a Medjugorje tras enterarse de que me iba, mi amigo sacerdote les aconsejó que no fuesen.

PD.2: Como anécdota decir que en el “Estadio Deportivo” no venía ni el resultado del partido del Córdoba C.F. y al final me tuve que comprar el “Marca” para enterarme del resultado.

Manuel Arrebola

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martes, 12 de octubre de 2010

La Génesis del Blog

El 28 de Septiembre de 2010 un grupo de peregrinos, cada uno con motivaciones  e inquietudes diferentes, partimos desde Sevilla hasta la localidad Bosnia de Medjugorje.

Allí pasamos cinco intensos días inmersos en una sucesión de oraciones, catequesis, testimonios y relaciones personales.

Durante nuestra estancia en Medjugorje, el 2 de octubre de 2010, la Virgen María, la Reina de la Paz, en el mensaje dado a la vidente Mirjana dijo entre otras cosas:

“...Hijos míos, sed mis apóstoles, ayudadme a mostrar el camino hacia mi Hijo...”.

Con la intención de responder a esa petición que nos hizo María ese día de ser sus “enviados” surge este blog. Un blog que pretende recoger las vivencias de todas aquellas personas a las que se nos concedió la gracia de poder realizar ese viaje, de acudir a un lugar bendecido por Dios a través de María y donde se derramaron sobre nosotros gracias inmerecidas que nunca se borrarán de nuestro corazón.

¿Qué mejor manera podemos tener de agradecer a María todos estos “regalos” que se concedieron en nuestro periplo por Medjugorje que respondiendo a su ruego y dar testimonio de todas nuestras vivencias a este mundo que se aparta de Dios?.

Os pido a todos vosotros, peregrinos que compartimos tantos momentos inolvidables en esa peregrinación a Medjugorje, vuestra colaboración en este blog aportando el testimonio de vuestras vivencias en esa bendita tierra. Entre todos, con nuestros testimonios contando cada gracia, cada obsequio, cada caricia, cada guiño recibidos, poco a poco, iremos completando un gran puzzle que permitirá ver en toda su extensión las maravillas que Dios realiza en cada peregrinación a Medjugorje. María seguro que os lo agradecerá y recompensará con creces.

Podéis enviar vuestras aportaciones y vivencias a  vivenciasenmedjugorje@gmail.com